Tamaño bolsa | 250 g |
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Origen | El Salvador |
Región | Apaneca-llamatepec |
Productor | Carlos Pola |
Finca | Las Brisas |
Altitud | 1200 – 1500 m |
Cosecha | 2021/2022 |
Variedad | Farm Hibryds |
Proceso | Anaeróbico, Natural |
Nota de cata | Flor, papaya, piña |
Score | 86 |
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Descripción
El café
Este varietal fue desarrollado por Ángel Cabrera, el Padre de Pacamara. Fue desarrollado Circa 1984 y plantado el mismo año en Finca Las Brisas. Al plantar los árboles de dosel adecuados para dar sombra, promover las micorrizas en el suelo y hacer un gran trabajo de cosecha y procesamiento, este lote es un extraordinario café boutique.
El productor
Carlos Pola Cafés Artesanales Pola. Mieles y naturales secados en camas elevadas. Ubicado en Juayua, cordillera Apaneca-Ilamatepec. Carlos proviene de una familia de agricultores (es la 5ª generación) y trabajó en la industria textil durante 20 años antes de dedicarse de lleno al café. Hoy administra Finca Las Brisas y otras 2 fincas familiares y está decidido a llevar la caficultura al siglo XXI invirtiendo en tecnología y sustentabilidad. Carlos describe su enfoque de la agricultura como “dramáticamente nuevo y sostenible”. No produce lotes lavados porque el proceso resulta en la contaminación de las fuentes de agua. El agricultor también cree firmemente en el poder de los hongos micorrízicos, un tipo de hongo que forma una relación simbiótica mutuamente beneficiosa con las plantas de café.
“La planta aporta carbohidratos en forma de azúcares que obtiene del carbono atmosférico a través de la fotosíntesis; los hongos a cambio proporcionan nutrientes y agua a la planta. Los hongos forman filamentos (hifas) que forman una red (micelio) que expande cientos de veces la capacidad de la raíz y descompone nutrientes que de otro modo serían inaccesibles para la planta”, explica Carlos.
Uno de los beneficios húmedos de Carlos en Apaneca
Finca Las Brisas, una finca ubicada en el pueblo de Juayua en medio de la cordillera de Apaneca Ilamatepec, es una prueba de cómo las buenas prácticas agrícolas, la tecnología y la experiencia en poscosecha pueden cambiar el futuro del café. Si bien la mayoría de los productores de café salvadoreños han estado luchando contra el cambio climático, los brotes de roya y la escasez de mano de obra (lo que ha llevado a muchos a abandonar sus fincas), Carlos Pola se encuentra en el otro extremo de esta dura realidad con una plantación saludable, una producción en aumento y una calidad excepcional.